El VIP fue evacuado con éxito, pero a un gran coste, uno mucho mayor que el que resultó ser el valor real del mismo. En el otro bando el resultado fue mucho peor. Siria no consiguió ningún avance y perdió el aeropuerto de Bassel, Wujah sigue bajo control OTAN y Al-Kebab ha perdido la mitad de sus flamantes F16.
Por suerte aún conservan los A-10C que no utilizaron en el día de ayer. Estos serán utilizados hoy para neutralizar de una vez por todas la amenaza insurgente de Hama. El Kebabato no puede resistir sin el apoyo sirio y Siria no puede extender su influencia sin las fuerzas secesionistas turcas. Una vez resuelto el problema de Hama. Siria tendrá via libre para recuperar el aeropuerto de Bassel y la base de Wujah, que aún sigue ocupada por los griegos; fortaleciendo así su alianza con el nuevo gobierno libanés.
Con esta maniobra, la alianza siria-kebábica espera pillar por sorpresa a todo el bloque occidental, que aún estará recuperándose de los tremendos esfuerzos realizados la pasada jornada. Estos últimos solo tienen frescas las fuerzas aéreas de Francia, que apenas participó el último día, y de Italia, que acaba de reposicionar sus F5 de nuevo en Chipre. No hay que descartar el papel intervencionista de Israel, siempre deseoso de fastidiar los planes sirios, más aún viendo que el gobierno libanés se ha desmembrado y pueden tomar un papel protagonista en caso de invasión directa.